¡Hola a todos!
Estaba el otro día haciendo limpieza de imágenes y
me encontré con una propuesta de tapeo que os hice por Instagram hace casi un
año. Cuando la miré y mis glándulas salivares empezaron a trabajar, pensé: ¿y
por qué no la has subido al blog? Tal vez, porque es tan, tan, tan sencilla que
me parecía poco.
Un año después mi percepción ha cambiado y mi
premisa es compartir con vosotros todo lo que me encanta, así que aun siendo
una receta hiper fácil, la escribo para vosotros y que podáis disfrutar de esta
exquisita cominación de sabores.
¡Vamos con la receta!
Ingredientes
Guacamole (casero o ya comprado, lo que más fácil
os resulte)
Mermelada de Tomate (casera o comprada)
Puerro
Sal y Pimienta
Preparación
Según los comensales que sean en la mesa haremos un
timbal más grande o incluso varios para repartir. Lo realmente importante de
esta receta es mantener la proporción
mermelada/guacamole de la foto: la mitad del espesor de guacamole ponerlo
de mermelada. En cuanto al puerro, sois libres. Según os guste el sabor, podéis
darle un toque o ponerlo como si fuera otra capa.
Como molde del timbal, yo suelo usar recipientes
transparentes o translúcidos de plástico de ingredientes que se acaban, tuppers
con los que te llevan la comida china a casa… cualquier recipiente redondo que
podáis cortar dejándolo abierto por arriba y por abajo y usar como molde. Si
sois más puristas, en cualquier tienda de cocina los venden de acero inoxidable
y te duran toda la vida.
Entonces, para hacer esta tapita seguiremos los siguientes pasos:
Previo al
montaje:
- Cortar la cantidad de puerro estimada a rodajitas
finitas y saltearlas a la sartén con un poco de aceite y sal hasta que queden
doraditos. Añadir pimienta y reservar.
Montaje:
- Colocar el molde del timbal en el plato en el que
se va a servir.
- Con la ayuda de una cuchara, poner la capa de
guacamole aplanándola de forma que no queden burbujas ni huecos en las paredes
del timbal y dejando la superficie de la capa bien planita y lisa.
- Con una cuchara limpia, añadir de forma cuidadosa
y sin apretar, la mermelada de tomate. Ojo, si cuando la cogéis del bote (en el
caso que sea comprada) y está gelatinosa, con la ayuda de la cuchara removerla
enérgicamente para que se cree una textura dócil que pueda dejarse caer sobre
el guacamole libremente. Acordaos de controlar bien la proporción o quedará
demasiado dulce.
- Desmoldar con cuidado.
- Añadir el toque de puerro salteado. Puede estar
frío o… ¡caliente1 dándole así un toque templado a la tapa.
¡Et voilà! Fácil a tope ¿verdad? Espero que os animéis
a probarlo.
¡Un fuerte abrazo a todos!
Vero.
@embellecethe
Que original Vero, y que bonita presentación!
ResponderEliminarPor cierto, me gusta mucho la nueva imagen del blog!! :)
Gracias Ester!!! tenía muchas ganas de algo más neutral. Ha sido un proceso super chulo, la verdad es que no me arrepiento para nada de haberlo contratado (me plantee hacerlo yo y buffff ¡ni de coña!). La receta es un caramelito! delicioso y adictivo! a ver si la pruebas!!
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