¡Hola a todos!
Hoy vengo con una entrada que espero que os sirva un montón, porque además de daros recetas os voy a abrir un mundo de posibilidades para enriquecer nutricionalmente vuestras cremas.
Siempre cuando visualizamos una crema de verduras, pensamos en algo muy ligero, poco nutritivo y que vamos, que dista bastante de un plato completo. Sin embargo, para mi, una crema de verduras bien elaborada con los trucos que os voy a enseñar, perfectamente pueden ser un plato súper saciante y nutricionalmente bastante completos.
Trucos:
1.- Evitar la patata. Tradicionalmente la patata se ha usado en las cremas para espesar y darle la cremosidad que aporta su almidón, pero ya sabéis que me encanta intentar aplicar Macrobiótica siempre que puedo, y a parte que en teoría "no está permitida", según Rosa Tugores experta en Macrobiótica, la patata funciona como un azúcar a nivel energético y no es del todo recomendable. Leyendo otras fuentes, parece ser que la patata cuando es hervida o hecha puré, funciona como un hidrato de carbono rápido, y no nos interesa.
2.- Podemos sustituir la patata por quinoa o copos integrales de avena, aportando la misma cremosidad y espesor a nuestra crema, y aumentando considerablemente el potencial nutricional de nuestro plato. Simplemente se añade a la hora de hervir y listo ^^
3.- Aprovechar los topping para darle un plus más: semillas, un buen chorrete aceite de oliva, levadura nutricional... Vamos a decorar las cremas con conciencia de lo que ponemos para completar el plato.
4.- Confiar en las legumbres como parte de las cremas. Tanto garbanzos, como alubias o lentejas son ideales para que nuestra crema sea un maravilloso plato único si queremos una comida o una cena ligera. Podemos utilizar lenteja roja que en 15 minutos está hecha, o añadir un puñado de legumbres ya cocidas, o bien que ya las tengamos hechas o de conserva buena.
5.- Hacer uso de la buena conserva para hacer cremas de forma muy rápida o añadir ingredientes que mejoren el potencial nutricional de nuestra crema ¿Qué es una buena conserva? Es aquella que solo lleva agua y sal. Normalmente son las de origen ecológico aunque también hay marcas en el mercado convencional (cuestan de encontrar, pero las hay).
6.- Añadir el aceite de oliva en el momento de triturar, no hacerlo hervir. Muchas veces añadimos el aceite de oliva en la olla mientras hierve la verdura y es mejor añadirlo en el momento de triturar para que conserve mejor sus propiedades y emulsione la mezcla. Si el aceite es de primera prensada en frío, muuuuucho mejor.
Con estos trucos, vuestras cremas de verduras que para la mayoría de la gente son platos vistos como ligeros y pobres nutricionalmente, pasan a ser platos completos y muy saciantes.
Ahora os voy a poner tres recetas ejemplo, y a partir de aquí, dejad que vuele vuestra imaginación, vuestro ingenio y vuestro sentido común jejejeje
CREMA DE LENTEJA ROJA Y ZANAHORIA
La lenteja roja es una legumbre de fácil digestión y cocción rápida, por lo que en el tiempo que se cuece la zanahoria (15-20min) la lenteja ya está cocida. Gracias a añadir lenteja roja a esta crema estamos añadiendo una fuente de ácido fólico, zinc, selenio, hierro y proteínas (25gr/100gr).
Ingredientes 2 personas
3 zanahorias
1/2 cebolla grande o 1 pequeña
150 gr de lenteja roja
Agua
Sal al gusto
Aceite de Oliva Virgen Extra de primera prensada en frío.
Elaboración:
- Pelar y cortar la zanahoria y la cebolla. La cebolla la cortamos a juliana y la zanahoria a rodajas no muy gruesas.
- En una olla con un pelín de aceite, sofreir la cebolla hasta que quede dorada. Cuando esté, añadir la zanahoria y darle un par de vueltecillas.
- Lavar las lentejas hasta que salga el agua clara. Si no las lavamos, dan un montón de gases (aunque son las más digestivas de todas).
- Añadir las lentejas, cubrir de agua y hervir.
- Cuando la zanahoria esté blanda, probar la lenteja. Si está blandita, ya podemos triturar.
- Triturar en batidora de vaso añadiendo un poco más de agua si queda muy espeso y un hilito de aceite de oliva para que emulsione y quede súper cremosa.
- Como topping: levadura nutricional, pimentón de la vera y un poco de pimienta en crudo.
CREMA DE CALABACÍN Y QUINOA
En este caso, hacemos la sustitución de la patata por la quinoa, aumentando así su contenido en proteína completa, calcio, hierro y magnesio ^^ La crema queda finiiiiisisiissiima y deliciosa.
Ingredientes para dos personas:
1 calabacín grande
1/2 cebolla grande o una mediana
150 gr de quinoa
Sal al gusto
Agua
Aceite de Oliva Virgen Extra de primera prensada en frío.
Elaboración:
- Pelar la cebolla y cortarla a juliana. Cortar los extremos del calabacín, lavarlo bien y cortarlo a dados.
- En una olla con un pelín de aceite sofreir el calabacín y la cebolla. Cuando esté dorado, añadir agua hasta cubrir justo los ingredientes (no pasarnos de agua porque el calabacín ya tiene suficiente y al triturar nos puede quedar aguada)
- Lavar y enjuagar la quinoa y añadirla. Subimos el fuego para que empiece a hervir y en 15-20 minutos lo tenemos.
- Triturar en una batidora de vaso añadiendo un poco de aceite de oliva durante el proceso.
- Como topping le va genial a esta crema el pimentón de la vera y las hierbas provenzales que lleven lavanda.
CREMA DE MAÍZ
Este es un ejemplo de una crema hecha con una conserva. La crema de maiz no sabes lo buena que está hasta que la pruebas...¡es una pasada! El maíz es un gran odiado, pero aporta buena cantidad de fósforo, magnesio y zinc, un poquito de hierro y vitamina B1. Esta crema rica en hidratos de carbono es ideal como primer plato de un segundo de legumbres, tofu o seitán.
Ingredientes:
1/2 puerro
1/4 cebolla
1 zanahoria
1 lata de maíz cocido (285gr peso escurrido)
Agua
Aceite de Oliva Virgen Extra de primera prensión en frío
Sal al gusto
Elaboración:
- Cortar a rodajas el puerro y lavarlo para eliminar la tierra.
- Cortar la cebolla a juliana y la zanahoria a rodajas.
- En una olla con un poquito de aceite, añadir todo lo anterior y empezar a rehogar hasta que esté blandito.
- Añadir agua hasta que cubra los ingredientes y ponemos un dedito más. Llevar a hervir unos 10 minutos.
- Añadir el maíz enjuagado y escurrido, hervir durante 5 minutos más, apagar el fuego y triturar añadiendo un poco más de agua si queda muy denso y un poco de aceite.
- Colar por un pasador chino o un colador ayudándote de una maza de mortero para sacar la fibra más dura del maíz y que la crema quede fina.
- Servir y añadir topping: en este caso la pimienta rosa es un puntazo.
¿Qué os parece el post? Espero que os haya gustado y que os haya abierto la mente al sin fin de posibilidades que tienen las cremas. Es maravilloso jugar con los ingredientes pensando en nuestra nutrición y quedarnos "tranquilos" de que lo estamos haciendo bien ^^
Cuéntame en comentarios si tenías en cuenta estos aspectos o por lo contrario te ha venido genial leerme ^^ Me encantará saber tu opinión.
Un fuerte abrazo a todos,
Con cariño,
Vero.